Tabla de contenido
- Tiempo de preparación: 30 minutos
- Tiempo total: 30 minutos
- Dificultad: Fácil
Descripción
Red Velvet (terciopelo rojo) es la tarta de queso, un delicioso postre sin cocinar inspirado en el clásico y homónimo pastel americano. Si te gustan los postres frescos y cremosos como la tarta de queso, estarás encantado de las bondades de esta variante original, preparada con una base desmenuzada de galletas de cacao y mantequilla. El rojo es el color que predomina en esta receta, junto con la blancura de la crema de queso, lo que crea un agradable contraste con el sabor agrio de las frambuesas.
Ingredientes
Para la base:
- 250 g de galletas de cacao secas.
- 120 g de mantequilla derretida.
- 1 cucharadita de colorante rojo de los alimentos.
Relleno:
- 300 g de queso fresco esparcible.
- 200 g de crema para dulces.
- 100 g de azúcar glas.
- 6 g de gelatina de alimentos en sábanas.
- 2 cucharadas de leche caliente.
Adornar con:
- Frambuesas frescas.
Preparación
- Desmenuza finamente las galletas de cacao secas, recógelas dentro de un tazón e incorpora la mantequilla derretida en la que habrás templado la coloración roja de los alimentos.
- Mezcla las galletas con la mantequilla hasta obtener una mezcla de arena, vierte en un molde con bisagras forrado con película y nivela con la parte posterior de una cuchara. Guarda las galletas a un lado para decorar la tarta de queso.
- Una vez obtengas una base densa y uniforme, guarda el molde en el refrigerador durante al menos 30 minutos. Mientras tanto, remoja la jalea de comida en agua fría durante 15 minutos.
- Trabaja el queso fresco con azúcar glas, luego incorpora suavemente la crema batida, ayudándote con una espátula. Por último, agrega la gelatina disuelta en la leche tibia.
- Llena la base de tarta de queso, con queso crema nivelándola, cubre el molde con papel de aluminio. Deja reposar el postre durante 4 a 5 horas en el refrigerador.
- Por último, todo lo que tienes que hacer es decorar la tarta de queso con las galletas desmenuzadas y las frambuesas a un lado. Si usas los congelados, cocínalos primero dentro de una cacerola y déjalos enfriar.