La polenta con bacalao salado es una receta rústica y acogedora, ideal para los domingos y las ocasiones especiales. Cálida, abundante y llena de sabor, la polenta se sirve a menudo como plato principal en invierno, acompañando a platos estofados, guisos y salsas de carne, pero no hay razón para no probar otras variantes. Esta receta con bacalao salado guisado es una alternativa deliciosa, que seguro gustará a los amantes del pescado.
Ingredientes de la polenta con bacalao
Para la polenta:
- 250 g de harina de polenta instantánea
- 1 l de agua
- 1 litro de agua; q.b. aceite de oliva virgen extra
- Sal fina
Para el bacalao salado
- 600 g de bacalao desalado
- 400 g de puré de tomate
- 1 cebolla blanca
- 1 diente de ajo
- 1/2 vaso de vino blanco
- Harina de arroz
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta al gusto
Preparación
- Cortar el bacalao desalado en trozos, para obtener bocados de tamaño medio. Pasarlas por harina de arroz y reservarlas.
- Picar la cebolla y sofreírla en una sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra y un diente de ajo entero. En cuanto la cebolla se ablande, añada el bacalao y dore cada trozo por igual.
- Desglasar el bacalao con el vino blanco, esperar a que se evapore el alcohol y añadir el puré de tomate. Tapar la sartén y continuar la cocción a fuego lento durante unos 20 minutos.
- Mientras tanto, prepara la polenta: pon a hervir el agua en una olla, añade sal y vierte la harina de maíz. Remover y cocer la polenta durante al menos 5 minutos, hasta que parezca densa y con cuerpo.
- Aderezar la polenta con un chorrito de aceite (o cremarla con mantequilla y queso parmesano) y servirla caliente, colocando encima unos trozos de bacalao guisado con su salsa.