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La lamprea: un tesoro culinario gallego
La gastronomía gallega es un verdadero festín de sabores, donde cada plato cuenta una historia. Entre sus joyas menos conocidas se encuentra la lamprea, un pez que, a pesar de su aspecto peculiar, es considerado un manjar en esta región del noroeste de España. Este animal, que se asemeja a una anguila, ha sido parte de la tradición culinaria gallega durante siglos, especialmente en los meses de febrero y marzo, cuando se pesca en ríos como el Miño.
Recetas tradicionales con lamprea
La versatilidad de la lamprea permite su preparación de diversas maneras, siendo la lamprea a la bordelesa una de las más emblemáticas. En este plato, la lamprea se cocina en su propia sangre, junto con vino tinto, cebolla, ajo y especias, creando una salsa rica y espesa que se sirve idealmente con arroz blanco o pan frito. Otra preparación popular es la empanada de lamprea, donde el pescado se despieza y se envuelve en una masa crujiente, combinando la jugosidad de la lamprea con la textura de la masa horneada.
La preparación de la lamprea: un arte culinario
Preparar lamprea no es tarea sencilla. Requiere técnicas específicas debido a su anatomía única. Tradicionalmente, se limpia con agua caliente y un cuchillo, retirando las vísceras y troceando el pescado, que se cocina en una cazuela de barro con aceite, ajos y cebollas. Este proceso, aunque laborioso, resulta en un plato que ofrece una experiencia gastronómica única, profundamente arraigada en la cultura gallega. A pesar de su sabor intenso, la lamprea es un ingrediente que puede intimidar a quienes no están familiarizados con ella, pero aquellos que se atreven a probarla descubren un mundo de sabores que vale la pena explorar.