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La magia de las palmeritas de chocolate
¿Quién puede resistirse a unas palmeritas de chocolate? Este dulce, crujiente y dorado, es un verdadero placer para los sentidos. Con su combinación perfecta de hojaldre y chocolate, se convierten en el acompañante ideal para el café de la tarde o un capricho en cualquier momento del día. Lo mejor de todo es que no necesitas ser un chef experimentado para prepararlas en casa. Con solo unos pocos ingredientes y un poco de tiempo, puedes disfrutar de estas delicias en tu propia cocina.
Ingredientes y preparación
Para hacer aproximadamente 12-15 palmeritas, necesitarás los siguientes ingredientes: una lámina de hojaldre, azúcar y chocolate (puedes elegir entre chocolate negro, con leche o blanco, según tu preferencia). El primer paso es precalentar el horno a 200°C y preparar una bandeja con papel de hornear. Extiende la lámina de hojaldre sobre una superficie plana y espolvorea azúcar por toda su superficie. Con un rodillo, presiona ligeramente para que el azúcar se adhiera bien.
Luego, dobla el hojaldre de manera que forme un rulo. Con un cuchillo afilado, corta el rulo en rodajas de aproximadamente 1 cm y colócalas en la bandeja, dejando espacio entre ellas. Hornea las palmeritas durante 10-12 minutos o hasta que empiecen a dorarse. Después, dales la vuelta y hornea 5 minutos más para que se doren por ambos lados.
El toque final: chocolate derretido
Mientras las palmeritas se enfrían, es momento de preparar el chocolate. Derrítelo al baño maría o en el microondas, removiendo cada 30 segundos para evitar que se queme. Si deseas un acabado más brillante, añade un poco de mantequilla al chocolate derretido y mezcla bien. Una vez que las palmeritas estén frías, sumérgelas en el chocolate o pincélalas con una brocha de cocina. Colócalas sobre papel de horno y deja que el chocolate se endurezca. Puedes acelerar este proceso metiéndolas en la nevera durante unos 10-15 minutos.
Cuando el chocolate esté completamente firme, ¡ya están listas para disfrutar! Estas palmeritas de chocolate son perfectas para compartir con amigos y familiares, o simplemente para darte un gusto a ti mismo. Recuerda que, aunque son irresistibles, es importante disfrutar de ellas con moderación. Ahora que conoces esta receta sencilla, anímate a prepararlas y sorprende a todos con tus habilidades reposteras. ¡Manos a la obra!
