Las crepes con champiñon y queso provolone picante son una receta muy satisfactoria. Un plato festivo cremoso y sabroso que se puede preparar con antelación y volver a meter en el horno para comer o cenar.
Ingredientes de crepes con champiñon
- 3 huevos
- 500 ml de leche
- 220 g de harina tipo 00
- Mantequilla
- 500 g de queso ricotta de vaca
- 40 g de setas secas
- Perejil fresco
- Aceite de oliva virgen extra
- 1 diente de ajo
- Sal
- Pimienta
- ½ vaso de vino blanco seco
- 2 cucharadas de queso parmesano rallado
- 300 ml de salsa bechamel
- Queso provolone picante
Lo mejor de este plato es que puedes prepararlo con antelación para ahorrar tiempo y evitar el estrés innecesario.
Cómo prepararlos
- Preparar el relleno: poner las setas en remojo en agua caliente durante unos 30 minutos.
- Escurrirlas y exprimirlas suavemente y luego picarlas con un cuchillo. Déjalo a un lado.
- Dorar los ajos en una sartén antiadherente con un poco de aceite, añadir las setas, salpimentar. Desglasar con vino blanco y espolvorear con perejil picado. Apagar el fuego y reservar.
- Recoger la ricotta bien escurrida en un bol y mezclarla con el queso parmesano rallado y una pizca de sal. Incorporar también las setas y reservar.
- En este momento prepara los crepes: recoge los huevos en un bol grande, bátelos añadiendo la sal y la leche. Añadir la harina tamizada y mezclar con un batidor. Cubrir la mezcla con film transparente y dejarla reposar en la nevera durante 30 minutos.
- Engrasar una sartén antiadherente con mantequilla y ponerla al fuego. Vierte un cucharón de la mezcla y extiéndela por toda la superficie de la sartén. Cocina las tortitas por ambos lados y continúa así hasta que se agote la masa. Cuando estén listos, apila los crepes unos encima de otros para mantenerlos calientes y blandos.
- A continuación, engrasar una bandeja de horno. Tomar una tortita a la vez y rociar la mitad con una generosa capa de crema de ricotta y champiñones. Cerrar cada crepe por la mitad.
- Colócalos en la fuente de horno, uno al lado del otro. Cúbrelos con una generosa cantidad de bechamel y queso provolone picante rallado y gratínalos en un horno estático precalentado a 200°C durante unos 15 minutos. Sacar del horno y servir.