También conocido como coliflor romana; el repollo románico tiene una cabeza en forma de cono que consiste en flores verdes brillantes que parecen pequeños árboles de Navidad. Con su aspecto llamativo y delicado sabor a brócoli, el románico es un gran ingrediente para todo tipo de platos. Así que, la próxima vez que veas un románico fresco en un mercado de agricultores local, ¡no dudes en comprar un par de cimettes!
Hay un montón de recetas con románico en Internet, y la belleza es que el repollo románico se congele bien, siempre y cuando lo hierva primero, por lo que no tiene que usarlo todo a la vez. A continuación, encontrará instrucciones sobre cómo blanquear y congelar románico para su uso posterior.
Cómo blanquear el románico
Para asegurarse de que su repollo románico sigue estando bueno en el congelador, es mejor blanquearlo rápidamente antes de congelarlo. Blanquear o calentar verduras en agua hirviendo (o vapor) durante un corto período de tiempo, inhibe la acción de enzimas y bacterias que hacen que romanesco y otras verduras brassicacee desarrollen aromas o pierdan color y nutrientes si se almacenan en el congelador durante un período más largo. Después de este paso, el románico se enfría rápidamente por inmersión en aguas muy frías.
Tenga en cuenta que al blanquear y enfriar el románico, tendrá que utilizar ollas grandes y cuencos con mucha agua. Si estás haciendo una gran cantidad de románico, es mejor trabajar en grupos. Aquí hay un paso a paso detallado sobre cómo blanquear el románico:
- Elija una cabeza de color brillante y que sea de gran tamaño.
- Usando un cuchillo de cocina, corta el románico en trozos de 1 pulgada.
- Marchite las piezas en agua hirviendo durante 3 minutos o a vapor durante 4 1/2 minutos.
- Enfríe el romanesco blanqueado rápidamente remojando las piezas en un tazón grande con agua fría y cubitos de hielo.
- Retire el románico del agua con hielo después de 3 a 4 minutos y, escurra por completo.
Cómo congelar el románico
Después de escaldar y enfriar el repollo románico, las personas suelen lanzar las flores románicas directamente en bolsas o recipientes para el congelador y luego guardarlas en el congeleador. Sin embargo, este método viene con una advertencia: las flores románicas tienden a unirse en el congelador si se arrojan en una bolsa o contenedor, lo que impide agarrar sólo un puñado de piezas de la bolsa congeladora o contenedor.
Afortunadamente, este problema es fácil de resolver, coloque un conjunto de las piezas románicas blanqueadas en una sola capa en una bandeja para hornear, esto permite congelarlas en piezas individuales en la hoja antes de transferirlas a bolsas o contenedores de almacenamiento. Si precongela los adornos románicos de esta manera, se congelan libremente, no se fusionan, y más tarde puede eliminar sólo lo que sea necesario.
A continuación, le indicamos cómo utilizar el método de «hoja de galletas» para congelar el románico:
- Coloque los trozos blanqueados, escurridos y enfriados del románico sobre un papel de hornear alineado, teniendo cuidado de no tocarlos.
- Cree una superficie plana en el congelador para ajustar la bandeja para hornear y colocar la hoja en el congelador.
- Una vez congeladas las flores románicas, retire la lámina del congelador y transfiera el románico a bolsas o recipientes congelados estancos (los recipientes de congelación de vidrio son geniales si no te gusta el plástico).
- Etiquete y fecha las bolsas o contenedores y vuelva a guardar el románico en el congelador para su almacenamiento.