¡Qué delicia una tarta doble de queso y verduras de primavera! Comparta y pase un buen momento con un buen plato.
Ingredientes tarta doble de queso y verduras de primavera
- 500 g de masa quebrada
- Harina común, para espolvorear
- 25 g de queso cheddar maduro, rallado finamente
- 200 g de espárragos, recortados los extremos leñosos
- 100 g de guisantes frescos con vaina o congelados
- 2 huevos
- 100 g de crema fresca
- 150 g de nata doble
- Nuez moscada entera, para rallar
- 100 g de berros
- 300 g o 2 troncos de queso de cabra blando y sin corteza
Método
PASO 1
Extender la masa en forma de rectángulo sobre una superficie de trabajo ligeramente espolvoreada con harina. Esparcir el queso, doblar la masa por la mitad y volver a extenderla en un círculo que quepa en un molde de tarta de 25 cm con un voladizo. Enfriar durante 20 minutos. Mientras tanto, cocer los espárragos en agua hirviendo durante 3 minutos, escurrir y refrescarlos con agua fría. Cocer los guisantes frescos de la misma manera durante un minuto, o simplemente descongelar los guisantes congelados.
PASO 2
Calentar el horno a 200C/180C ventilador/gas 6. Pinchar bien la base de la tarta con un tenedor, forrar con papel de horno y rellenar con alubias. Hornear la tarta durante 30 minutos, retirar el papel de horno y las judías, volver a pinchar si se ha hinchado y hornear otros 10-15 minutos hasta que se dore la galleta.
PASO 3
Mientras tanto, bata los huevos en un bowl, añadir la crema fresca y la nata, sazonar y agregar una pizca de nuez moscada recién rallada. Esparcir los guisantes y la mayor parte de los berros sobre la tarta y desmenuzar la mitad del queso de cabra. Verter la crema de huevo y colocar los espárragos encima. Por último, cortar el resto del queso de cabra en rodajas y colocarlo encima, y hornear durante 25-30 minutos hasta que la crema esté apenas cuajada y el queso esté dorado. Dejar que se enfríe en el molde, recortar los bordes de la masa, luego sacar del molde, esparcir los berros restantes y sírvala cortada en rodajas. Se puede hacer con un día de antelación, dejar fuera de la nevera para mantener la masa crujiente.