El shortbread salado es una versión sabrosa y rústica del clásico shortbread dulce: galletas de mantequilla de origen escocés, tan suaves y desmenuzables que se deshacen en la boca. Estas sabrosas galletas de mantequilla, enriquecidas con queso parmesano rallado, son una auténtica delicia para el paladar: fragantes, mantecosas y acogedoras, ideales para disfrutarlas como tentempié en cualquier momento del día.
Ingredientes del shortbread salado
- 150 g de harina 00
- 100 g de mantequilla fría
- 50 g de queso parmesano rallado
- 1 yema de huevo
- 1 pizca de sal fina
- Hierbas (opcional)
Instrucciones
- Tamizar la harina 00 y pasarla a una batidora, junto con el queso parmesano rallado, la mantequilla fría cortada en dados y las hierbas picadas, si las hubiera.
- Accionar las cuchillas durante unos segundos para obtener una mezcla arenosa de consistencia fina y homogénea. Añadir la yema de huevo y volver a batir.
- Pasar la masa a una superficie de trabajo y compactarla con las manos, dándole forma de pan de 5 cm de grosor. Envolver en film transparente y meter en el congelador durante 15 minutos.
- Transcurrido este tiempo, cortar la masa salada en rodajas de 1 cm de grosor. Colocar las galletas en una bandeja de horno forrada con papel de hornear y pinchar la superficie con las puntas de un tenedor.
- Hornear las galletas saladas durante 15 minutos en un horno precalentado a 180°, luego sacarlas del horno y dejarlas enfriar en una rejilla antes de servirlas.
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