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El irresistible pollo al ajillo
El pollo al ajillo es un plato que evoca la esencia de la cocina española, un legado culinario que ha pasado de generación en generación. Este plato, que combina la sencillez de sus ingredientes con un sabor inigualable, se ha ganado un lugar especial en las mesas de muchas familias.
Con solo unos pocos ingredientes, como pollo, ajo y caldo, puedes crear una experiencia gastronómica que deleitará a todos tus comensales.
Ingredientes y preparación
Para preparar un delicioso pollo al ajillo, necesitarás:
- 1 kg de pollo (puedes usar muslos o pechugas)
- 6-8 dientes de ajo
- Caldo de pollo o de ave
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta al gusto
- El zumo de medio limón
El proceso es sencillo. Comienza calentando un buen chorro de aceite de oliva en una cazuela amplia. Agrega los dientes de ajo, sin pelar pero ligeramente aplastados, y confítalos a fuego lento durante unos minutos. Esto permitirá que el aceite se impregne del sabor del ajo. Una vez dorados, retira los ajos y reserva.
A continuación, salpimienta generosamente los trozos de pollo y fríelos en el aceite aromatizado hasta que estén dorados por todos lados. Luego, retira el exceso de aceite, dejando solo un fondo en la cazuela. Vuelve a añadir el pollo, el zumo de limón y el caldo, y cocina a fuego medio hasta que el caldo se reduzca y el pollo esté tierno y jugoso.
Consejos para un pollo al ajillo perfecto
Una de las claves para un buen pollo al ajillo es la elección de los ingredientes. Opta por un buen aceite de oliva y, si es posible, prepara tu propio caldo casero. Esto no solo realzará el sabor del plato, sino que también te permitirá disfrutar de una comida más saludable. Además, si deseas un toque extra de sabor, puedes añadir hierbas frescas como tomillo o perejil al final de la cocción.
Recuerda que este plato se sirve caliente, idealmente acompañado de un buen pan para mojar en la deliciosa salsa que queda en la cazuela. ¡No dejes que se pierda ni una gota!
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