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La evolución de la gastronomía emocional en Valdemorillo

Evolución de la gastronomía emocional en Valdemorillo

Descubre cómo la gastronomía emocional transforma Valdemorillo.

Un viaje culinario lleno de emociones

La gastronomía es mucho más que simplemente comer; es una experiencia que despierta recuerdos, sensaciones y emociones. En Valdemorillo, un pequeño pueblo de la sierra oeste de Madrid, Manu Franco ha logrado convertir su pasión por la cocina en un viaje emocional que conecta a los comensales con sus raíces.

Su restaurante, La Casa de Manolo, no solo es un lugar para degustar platos exquisitos, sino un espacio donde cada bocado cuenta una historia.

El legado familiar en cada plato

Manu Franco, quien antes se dedicaba al periodismo deportivo, decidió dar un giro a su vida tras la insistencia de su hija. Este cambio lo llevó a honrar el legado de su familia, especialmente el de su padre, Manolo Franco, quien fundó un bar que se convirtió en un referente en la comunidad. La cocina de Manu está impregnada de recuerdos familiares, desde las recetas de su madre hasta las enseñanzas de su padre sobre la hospitalidad. Cada plato que sirve es un homenaje a su historia familiar, lo que hace que la experiencia gastronómica sea aún más significativa.

Menús que cuentan historias

En La Casa de Manolo, los menús son una celebración de la estacionalidad y la tradición. Con nombres como ‘Abre los ojos’ y ‘Abre los ojos XL’, cada menú está diseñado para llevar a los comensales en un viaje sensorial. Desde un ‘hypocras’ de bienvenida hasta un arroz con leche que recuerda a su infancia, cada elemento está cuidadosamente pensado. Las hierbas aromáticas, como el tomillo y el romero, son protagonistas en sus creaciones, aportando frescura y autenticidad a los platos.

Un enfoque en la sostenibilidad y la comunidad

Manu no solo se preocupa por la calidad de los ingredientes, sino también por su origen. Trabaja con productores locales para asegurar que cada ingrediente sea fresco y sostenible. Este compromiso con la comunidad se refleja en su cocina, donde los sabores de la sierra de Madrid se entrelazan con técnicas modernas. La experiencia en su restaurante es un reflejo de su amor por la tierra y su deseo de compartirlo con los demás.

La experiencia del comensal

Visitar La Casa de Manolo es sumergirse en un ambiente cálido y acogedor. Las mesas, bien espaciadas, permiten disfrutar de una atención personalizada, donde tanto Manu como su equipo se esfuerzan por hacer sentir a cada comensal como en casa. La combinación de un servicio excepcional y una cocina emocional convierte cada visita en un recuerdo inolvidable. En este rincón de Valdemorillo, la gastronomía se transforma en una experiencia que va más allá del paladar, tocando el corazón de quienes tienen la suerte de disfrutarla.

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