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La tradición culinaria asturiana
La cocina del occidente de Asturias es un verdadero tesoro que ha sido transmitido de generación en generación. Beatriz López Vidal, una apasionada repostera originaria de Navelgas, ha dedicado su tiempo a recopilar y preservar este legado en su nuevo libro, Las manos de antes.
Este recetario no solo es un compendio de recetas, sino un homenaje a las mujeres que han mantenido vivas estas tradiciones a lo largo de los años.
Un viaje a través de las recetas
Durante casi tres años, Beatriz se sumergió en las cocinas de las guardianas de estos secretos culinarios. Con cada visita, no solo recopilaba recetas, sino que también escuchaba historias y anécdotas que enriquecían su conocimiento sobre la vida en los pueblos asturianos. Desde dulces tradicionales como las rosquillas trenzadas hasta platos salados como el pote de castañas, cada receta tiene una historia que contar.
La importancia de la transmisión del conocimiento
El objetivo de Beatriz va más allá de simplemente publicar un libro de recetas. Ella busca rendir homenaje a las mujeres que han sido las verdaderas custodias de la cocina asturiana. A través de su trabajo, espera que estas recetas no solo se conserven, sino que también se transmitan a las futuras generaciones. La autora destaca la importancia de reflejar fielmente lo que estas mujeres le enseñaron, asegurando que su legado perdure en el tiempo.
Recetas que cuentan historias
Entre las recetas recopiladas, encontramos platos que han evolucionado con el tiempo, adaptándose a los gustos y costumbres de cada familia. Beatriz recuerda cómo algunas mujeres le ofrecían no solo recetas, sino también productos frescos de sus huertas, creando un ambiente de camaradería y aprendizaje. Este intercambio de conocimientos y sabores es lo que hace que la cocina asturiana sea tan especial y única.
Un legado que perdura
El libro Las manos de antes no es solo un recetario; es un viaje a través de la historia y la cultura del occidente de Asturias. Beatriz López Vidal espera que su trabajo inspire a otros a valorar y preservar sus propias tradiciones culinarias. Al final, cada receta es un reflejo de la vida, el amor y la dedicación de las mujeres que las han creado.
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