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Un parador con historia
El Convent de Roser se ha convertido en uno de los destinos más visitados de Lleida, gracias a su rica historia y su impresionante arquitectura. Este parador, inaugurado en 2017, se sitúa en el casco antiguo de la ciudad, cerca de la emblemática Calle Mayor.
Su construcción data de la época de la orden de los Dominicos, y ha sido testigo de numerosos eventos históricos a lo largo de los siglos.
Un viaje a través del tiempo
Desde su fundación, el Convent de Roser ha tenido múltiples usos, desde museo hasta universidad. En el siglo XIX, tras la desamortización de Mendizábal, el convento se transformó en un espacio público, albergando la Facultad de Letras y el Museo Jaime Morera. Esta rica trayectoria ha llevado a que el edificio sea considerado un Bien Cultural de Interés Local, lo que resalta su importancia en la historia de Lleida.
Experiencias únicas en el parador
Hoy en día, los visitantes pueden disfrutar de una estancia en una de sus 53 habitaciones, donde la historia se entrelaza con la comodidad moderna. El parador ha conservado su iglesia y claustro, ofreciendo un ambiente único que invita a la reflexión y al relax. Además, el restaurante L’Aplec del Parador, ubicado en la antigua iglesia, ofrece una experiencia gastronómica excepcional, con platos elaborados por el chef Paco Vidal, que utiliza productos locales para deleitar a los comensales.
Un entorno cultural y natural
El Convent de Roser no solo es un lugar para alojarse, sino un punto de partida ideal para explorar la cultura y la naturaleza de Lleida. Los visitantes pueden disfrutar de paseos por el casco antiguo, donde la historia se respira en cada esquina. Además, la cercanía a la naturaleza permite realizar actividades al aire libre, convirtiendo cada estancia en una experiencia inolvidable.
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