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La transformación gastronómica de Ávila
Ávila, conocida por su rica historia y su impresionante patrimonio, ha sido durante años un destino turístico destacado en España. Sin embargo, su oferta gastronómica había permanecido en un segundo plano, especialmente en comparación con otras ciudades que brillan en el firmamento culinario.
Todo cambió en 2024, cuando el joven chef Carlos Casillas logró lo que muchos consideraban un sueño imposible: otorgar a esta ciudad su primera estrella Michelin. Este hito no solo marca un antes y un después en la gastronomía avilense, sino que también posiciona a Barro como un referente en la alta cocina española.
Un chef prometedor con una visión única
Carlos Casillas, con apenas 24 años, se convirtió en el chef más joven de España en recibir una estrella Michelin. Su restaurante, Barro, ubicado en un antiguo almacén de harina, ofrece una experiencia culinaria íntima y exclusiva, con solo tres mesas y capacidad para nueve comensales. Esta limitación permite que cada plato sea servido con una atención al detalle excepcional, utilizando vajilla artesanal que resalta la conexión con la naturaleza. El menú degustación, titulado Volver, es un homenaje a los productores locales, ganaderos y agricultores, reflejando la filosofía de Casillas de “cocinar el pasado desde el presente, pero con la mirada puesta en el futuro”.
Innovación y tradición en cada plato
El enfoque de Barro no se limita a la alta cocina; es un proyecto colectivo que reúne a un equipo de jóvenes talentos formados en el prestigioso Basque Culinary Center. Junto a Casillas, chefs como Cristina Massuh y Diego Sanz han contribuido a crear un menú que fusiona innovación y tradición. La filosofía de Barro se centra en la sostenibilidad, trabajando con más de 60 productores locales y recuperando viñas históricas para elaborar su propio vino. Esta dedicación a la calidad y la sostenibilidad ha sido reconocida no solo por la guía Michelin, sino también por la guía Repsol, consolidando a Barro como un destino gastronómico imprescindible.
La experiencia del comensal en Barro
Los visitantes de Barro no solo disfrutan de una comida excepcional, sino que también son parte de una experiencia única. Con un menú de 18 pases, cada plato sorprende por su calidad y sencillez, destacando los sabores auténticos de la región. Los comensales elogian el servicio, que se caracteriza por su atención y cordialidad, creando un ambiente acogedor y memorable. La combinación de un entorno íntimo, un menú cuidadosamente elaborado y un servicio excepcional ha hecho que Barro se convierta en un lugar de culto para los amantes de la gastronomía.
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