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La tortilla de patatas: un clásico reinventado
La tortilla de patatas es sin duda uno de los platos más emblemáticos de la cocina española. Este manjar, que combina huevos y patatas, se ha convertido en un símbolo de la gastronomía nacional.
Sin embargo, su preparación no es tan sencilla como parece. Cada chef tiene su propio secreto para lograr la textura y el sabor perfectos. En Alto Bardero, este plato se eleva a nuevas alturas con la incorporación de cebolla confitada, creando una experiencia culinaria que ha conquistado tanto a locales como a turistas.
Un nuevo concepto en La Latina
Ubicado en el corazón de La Latina, Alto Bardero no solo rinde homenaje a la tradición culinaria, sino que también introduce un concepto innovador en la oferta gastronómica de Madrid. Con un ambiente acogedor y moderno, el restaurante se divide en dos zonas: una barra donde se pueden degustar pinchos calientes y fríos, y un comedor con un menú a la carta que invita a compartir. La propuesta de los chefs León Bonasso y Pablo Paternostro es clara: ofrecer una experiencia gastronómica que combine lo mejor de la cocina mediterránea con un toque contemporáneo.
Platos que sorprenden y deleitan
La carta de Alto Bardero es un verdadero festín para los sentidos. Con 24 referencias diseñadas para compartir, cada plato es una obra maestra que refleja la creatividad y la pasión de sus creadores. Desde el brioche de huevo trufado hasta el tiradito de corvina a lo japo, cada bocado es una explosión de sabores. Además, los amantes del dulce encontrarán su paraíso con el volcán de dulce de leche, un clásico argentino que no puede faltar. La atención al detalle y la calidad de los ingredientes son evidentes en cada creación, haciendo de cada visita una experiencia única.
Una revolución enológica
Alto Bardero también se destaca por su cuidada selección de vinos. Con 25 referencias, la mayoría disponibles por copas, el restaurante busca ofrecer una experiencia enológica que complemente su propuesta gastronómica. La carta incluye vinos de pequeños productores y etiquetas poco convencionales, destacando la diversidad y la calidad. Esta atención a la selección de vinos refuerza el compromiso del restaurante con la innovación y la excelencia, asegurando que cada comida sea acompañada por el vino perfecto.
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